lunes, 19 de agosto de 2013


http://www.youtube.com/watch?v=e0wdwHGzPJE 

Una excelente propuesta en el fomento a la lectura es la que el sr. Juan Manuel Landeros, de oficio taxista en la cd. de México, ofrece a su clientela. Esta iniciativa, pudiese ser llevada no sólo a los taxis sino también a los camiones urbanos esto; como una medida para acrecentar más este hermoso hábito por descubrir en las letras aventuras jamás imaginadas.

domingo, 18 de agosto de 2013

QUÉ ES LA EVALUACIÓN INICIAL O DIAGNÓSTICA Y CÓMO ORGANIZARLA

Antes de iniciar el proceso de enseñanza-aprendizaje, debemos realizar una primera evaluación también llamada evaluación diagnóstica, para verificar el nivel de preparación de los alumnos para enfrentarse a los objetivos que se espera que logren.
Llevar a cabo una correcta evaluación de nuestros alumnos exige el conocimiento a detalle del niño, verdadero  protagonista, con el propósito de adecuar la actividad del docente (métodos, técnicas, motivación), su diseño pedagógico (objetivos, actividades, sistema de enseñanza), e incluso el nivel de exigencia, adaptar o adecuar el diseño, el proyecto educativo a cada persona como consecuencia de su individualidad.
Por lo que respecta a la evaluación de los alumnos no solo se observan sus conocimientos previos (conocimientos, interpretaciones, comprensiones, aplicaciones, actitudes, destrezas, hábitos, etc.) sino también su estado físico, emocional, inteligencia, maduración, capacidades, intereses, limitaciones.
Para enseñar bien no sólo hay que conocer las metodologías didácticas y el programa escolar, sino que ante todo hay que conocer al alumno. Y para ello nos podemos servir de algunas pautas a seguir, como las siguientes:
1) La observación.  La observación sistematizada, acompañada del consecuente registro, se torna el instrumento más coherente con esta propuesta y más adecuado a los fines que se persiguen. Es necesario para ello definir qué quiero saber, para saber qué tengo que mirar. A partir de esto se elaborará el protocolo de observación (Planilla, Ficha, Cuadricula, que permite recoger los datos de manera sistematizada y organizada).
2) El registro de los conocimientos previos . Hemos  de registrar lo que el niño sabe y no lo que no sabe. Esta premisa es fundamental, si sostenemos que el diagnóstico describe las maneras de actuar del alumno, así como qué conocimientos posee y activa para construir nuevos saberes.
3) Tener en cuenta los diferentes indicadores de la evolución de las adquisiciones del conocimiento. Las diferentes etapas en la adquisición de niveles conceptuales y competencias ( por ejemplo etapas del dibujo, de la lecto-escritura) se prestan a ser utilizados como indicadores de procesos cognitivos.
4) Realizar un registro práctico y funcional.  El registro debe ser claro y práctico. Consideramos que basta con incluir algunos apartados claves:
a) Datos identificatorios del grupo
Clase:
Grupo:
Nº de integrantes:
Niñas:
Varones:
Cursan por primera vez:
Cursan por segunda vez:
b) Datos sobre los conocimientos y competencias de los alumnos.
Para cada alumno, señalar el nivel de sus competencias en las distintas áreas.
c) Notas complementarias.
Consiste en información acerca de los comportamientos, gustos, preferencias y otros aspectos que puedan ser de interés.